Generalmente se realizan tres pruebas de vestido, la primera sirve para definir si es que existen cambios a realizar, ya sea en el ajuste o para añadir detalles. La segunda, sirve para verificar que los cambios fueron realizados y se encuentren en conformidad con la novia. Y la tercera prueba, no es obligatoria, pero recomendamos a las novias medirse el vestido dos semanas antes de la boda, para verificar que el vestido se encuentra perfecto para el día de la boda.